– El virus puede ser introducido a la localidad por comensales enfermos o preparadores de alimentos, y permanecer viable en las superficies durante semanas.
– El lavado apropiado de manos, la exclusión de empleados enfermos (por lo menos por dos días luego que los síntomas hayan desaparecido), y lavar
y desinfectar luego de que alguien vomite, pueden reducir los riesgos.
– En el 2010, dos brotes de norovirus fueron conectados a un preparador de alimentos empleado por una empresa de catering en Auckland, Nueva Zelandia. Dicho individuo había estado enfermo de norovirus, y volvió al trabajo poco después de haberse recuperado de los síntomas.